Así es. Una taza de café puro, tinto, café colado o como quieran llamarle. Increíble el poder que tiene!!! Cabe decir que soy una amante del café en todas sus variedades y presentaciones, de su aroma, de lo que representa. Ayer tuve un día rarito y lo cerré con una taza de tinto hirviendo. Ah, claro, con el aderezo del "tranquila mija, todo pasa, relájate.." Es posible que eso le haya dado un sabor distinto por la compañía, pero una taza de café leyendo un libro y sin nadie al rededor, también tiene un gusto especial. La tacita de café simboliza muchas cosas, y tiene un matiz especial dependiendo de la circunstancia. Un "cafecito conversable" es una de las cosas que más disfruto, es un buen momento para la sinceridad, la amistad, el romance, el perdón.. Como que sabe a tranquilidad, reflexión y calma (o a farra la noche anterior, jeje!) pero bueno, esas son otras historias.. Pero de ley, si hay algo de lo que se merece hablar con calma y no es el momento, el lugar, la compañía o las circunstancias X, implícitamente la conversación se aplaza hasta el siguiente café conversable.
Me voy, se me enfría mi tinto..
